En pleno centro de Almuñécar, Kanalla nos sorprende con un concepto fresco, urbano y atrevido que no pierde de vista la esencia de la alta gastronomía de kilómetro cero. Una experiencia culinaria en su gran terraza, donde cada plato es una explosión de sabor y originalidad. Está ubicado en la Plaza Damasco y cuece y amasa bajo el paraguas del Restaurante FIRMVM
Kanalla es ese lugar al que vas por curiosidad y vuelves por placer. Cocina con carácter, ambiente relajado y mucho que contar en cada bocado. Durante nuestra velada, decidimos comenzar con un plato de totopos con un cremoso guacamole acompañado de pulled pork y unos irresistibles boniatos fritos con parmesano y bacon crujiente, una combinación ganadora. Las croquetas de jamón, buenísimas, cremosas y en su punto. El arroz meloso de rabo de toro con setas y trufa fue, sin duda, uno de los grandes protagonistas de la velada: intenso, aromático y perfectamente equilibrado. Entre plato y plato, decidimos probar los torreznos, un nuevo y acertado enfoque de este tradicional aperitivo.
Las pizzas no se quedaron atrás: la de pato desmigado con queso de cabra, sobrasada y miel logró un contraste dulce-salado sorprendente, mientras que la carbonara con base de calabaza asada, guanciale y emulsión de huevo-pecorino fue una reinterpretación sublime de la clásica receta italiana.
El broche final llegó con una selección de postres, entre los que brilló la tarta de cheesecake servida en vaso, cremosa y deliciosa.