La Tribuna del Paseo | ¿Es el boom cofrade de las nuevas generaciones sexitanas fruto de Los Macarenos?


A finales de febrero hablaba en esta Tribuna del boom cofrade en las generaciones más jóvenes frente a los millennials, la supuesta “generación perdida” de la Semana Santa. Hoy traigo a colación lo que probablemente se haya convertido en la celebración más influyente de Semana Santa del S.XXI tras El Paso: Los Macarenos, y creo que tiene mucho que ver una cosa con la otra.

Los Macarenos surgen “oficialmente” en 2009, cuando un juego de niños dio paso a una multitudinaria procesión infantil perfectamente organizada, incluso respaldada por instituciones locales, que ha llegado a reunir a más de 400 “hermanos menores” (más que algunas Cofradías). Es tal la influencia de Los Macarenos, que las Hermandades no han querido dejar pasar la oportunidad de ver desfilar sus propias Imágenes en miniatura, llegando a reproducir toda la Semana Santa en la procesión infantil. 

¿Es el boom cofrade de las nuevas generaciones sexitanas fruto de Los Macarenos? En mi Cofradía del Santo Entierro nos enfrentamos por primera vez a un conflicto estatutario nunca visto con anterioridad: se han acercado adolescentes que quieren llevar al Señor y no pueden hacerlo por ser menores de edad. ¿Cumplimos nuestra propia norma o aprovechamos el tirón? Una norma razonable, pues ante cualquier contrariedad como una lesión, la responsabilidad que tiene la Cofradía puede acarrearle un grave problema. (Hay cofradías que saben muy bien de lo que hablo).

¿Y no es grave también ver cómo envejece tu cuadrilla sin un relevo que está llegando por su propio pie a tu Casa Hermandad? Más fácil no podría ser. Aunque si algo pedimos en el Santo Entierro, es saber qué se está llevando… no es tan fácil. No nos vale sólo el hombro, también necesitamos la cabeza para comprender la idiosincrasia de una Cofradía de luto como esta y ponernos en la calle con la seriedad y solemnidad que requiere el Entierro de Cristo.

Sostengo que los padres que hay tras los Macarenos hacen un trabajo excelente con los niños, porque no sólo preparan el pueblo para que puedan “jugar” a la Semana Santa, están creando cantera y no es una frase hecha. Muchos padres de hoy no bautizan a sus niños alegando que “ya decidirá cuando sea mayor”. ¿Pero cómo una persona que no conoce algo va a decidir si lo quiere o no? No se puede amar lo que no se conoce. Y estos padres y madres están transmitiendo la Fe a través de las procesiones, consiguiendo que los niños del pueblo amen la Semana Santa, ya que tal y como avanza el secularismo en nuestra sociedad, queda claro que el medio cofrade es el más eficaz para mantener viva y abierta nuestra religión. 

Pero los medios sólo son las herramientas que utilizamos para cumplir un objetivo que da sentido a nuestras acciones, por eso estos medios deben ser coherentes con lo que estamos haciendo.

El Sábado Santo no es un día intermedio, no es el “día tonto” de la Semana Santa donde los cofrades nos aburrimos porque no hay procesiones que ver. Es el día en que, tras recordar el Viernes Santo su muerte en la Cruz, se conmemora a Jesús en el sepulcro y su descenso al abismo. La Iglesia lo ha explicado así desde muy antiguo:

«¿Qué es lo que hoy sucede? Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio porque el Rey duerme. «La tierra temió sobrecogida» porque Dios se durmió en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios en la carne ha muerto y el Abismo ha despertado”.

Por eso el Sábado Santo es el día de luto por excelencia. Desde la reforma litúrgica de Pío XII en 1955 no se llama “Sábado de Gloria”, la gloria vendrá después en la Vigilia Pascual ¡de momento no hay nada que celebrar! Ni siquiera hay Misa, Dios ha sido retirado del Sagrario el Viernes Santo y durante el sábado queda vacío. 

Por toda España vemos Cofradías del Santo Entierro o la Soledad de María. Hay otras un tanto inusuales que explican el sentido del Sábado Santo y lo configuran desde el luto: Cuenca es recorrida por Ntra. Sra. de los Dolores, María Magdalena y María Salomé en la Procesión del Duelo, que finaliza llegando a la Catedral para dar comienzo inmediatamente a la Vigilia Pascual. En Sevilla, el Varón de Dolores es una representación iconográfica del texto anterior, de Dios muerto en la carne y descendido al abismo. Pero no hay que irse tan lejos, en la madrugada del Sábado Santo sexitano, un Vía Crucis recorre nuestras calles acompañando a María en su Soledad mientras llevamos a Cristo a su Entierro.

¡El Sábado Santo es un día místico!


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