Son archisabidos los denodados e ímprobos esfuerzos, por inusitados, que llevan a cabo la Generalitat por tergiversar la Historia a su capricho. De ahí sus embajadas, sufragadas por todos los españoles de bien, con el fin de manipular, cercenar y moldear conciencias y voluntades en contra de la MADRE PATRIA, con mayúsculas, contraria a la abominable y execrable ‘matria’ de palmarios tintes separatistas
El gran escritor británico Kennet Martin Follet condena al obsoleto nacionalismo con esta lapidaria frase: “El futuro está en una mayor integración entre los países no en una mayor independencia”.
Vamos a intentar aportar algo de luz a la consabida disyuntiva que plantea el encabezamiento, preclara pretensión de estos mastuerzos. Tengo que aclarar que no me refiero al ‘lepidium sativum’, mastuerzo o berro hortelano, que se añade a muchas ensaladas, sino a su sinónimo cernícalo, el que defiende a capa y espada que Cataluña fue un Reino y que nunca perteneció a la Corona de Aragón. Así es que empezaremos, sin más dilación, a enumerar los reyes aragoneses… por si se filtra algún ‘reyezuelo catalino’:
RAMIRO I (1035 – 1063): según testamento, quedó como “regulus” (subordinado a su hermano, el rey de Navarra).
SANCHO I, SANCHO RAMÍREZ (1063 – 1094): rey en 1076, cuando lo fue de Pamplona.
PEDRO I (1094 – 1104): rey de Pamplona.
ALFONSO I, “el Batallador” (1104 – 1134): rey de Pamplona.
RAMIRO II, “el Monje” (1134 – 1157): ¡Aquí empieza todo! ¡Aquí se amputa la Historia! ¡Aquí se codifica el origen del Reino de Cataluña (?)! Pobres y yermos personajes, estólidos analfabestias.
El 13 de noviembre de 1137 posa el reino en manos de su yerno, Ramón Berenguer, en la conocida como RENUNCIA DE ZARAGOZA, pero no la dignidad de rey, ya que firmó SIEMPRE como conde de Barcelona y príncipe de Aragón.
DOÑA PETRONILA I (1157 – 1164): casada con el conde anteriormente citado Ramón Berenguer IV de Barcelona (1150), cedió el gobierno a su hijo entre 1162 – 1163 y más tarde abdicaría en él.
Algunos historiadores apuntan que el matrimonio se hizo bajo la forma de MATRIMONIO EN CASA, en el que al no haber descendiente varón, el esposo cumple la función de gobierno, pero no de la cabeza de la casa, ya que ésta recaerá sobre el heredero. En 1164, su hijo Alfonso recibió el patrimonio conjunto.
ALFONSO II, “el Casto o el Trovador” (1164 – 1196): unión del Reino de Aragón y el Condado de Barcelona.
PEDRO II, “el Católico” (1196 – 1213): primer rey aragonés coronado por un papa (Inocencio III).
JAIME I, “el Conquistador” (1213 – 1276): regencia de Sancho I de Cerdaña (1214 – 1218). Incorporó los Reinos de Valencia y Mallorca. Su hijo Jaime II reinó en este último.
PEDRO III, “el Grande” (1276 – 1285): llegó a ser rey de Sicilia, pero sólo en la isla por las “Vísperas sicilianas”, dejándosela más tarde a su hijo Jaime II. Fue excomulgado por el papa Martín IV, quien ofreció el trono a Carlos de Valois, duque de Angulema e hijo natural de Carlos IX.
El Tratado de Anagni, auspiciado por el papa Bonifacio VIII, ponía fin a los conflictos por la conquista de Sicilia entre Jaime II de Aragón, Felipe IV de Francia y Carlos II.
ALFONSO III, “el Franco” (1285 – 1291): nada relevante.
JAIME II, “el Justo” (1291 – 1327): rey de Sicilia (1285 – 1296). Comienza la conquista de Cerdeña en 1323.
ALFONSO IV, “el Benigno” 1327 – 1336): nada relevante.
PEDRO IV, “el Ceremonioso” (1336 – 1387): unión definitiva del reino de Mallorca en 1344. Comienza la conquista de Córcega en 1372. Duque de Atenas y Neopatria desde 1381.
JUAN I, “el Cazador” (1387 – 1396): perdió los ducados anteriores.
MARTÍN I, “el Humano” (1396 – 1410): rey de Sicilia desde 1409.
FERNANDO I DE ANTEQUERA (1412 – 1416): unión definitiva de Sicilia.
ALFONSO V, “el Magnánimo” (1416 – 1458): conquista definitiva de Cerdeña en 1455, pero fracasa en Córcega. Conquista Nápoles y lo deja en manos de su hijo Ferrante.
JUAN II, “el Grande” (1458 – 1479): rey de Navarra (1425 – 1479).
FERNANDO II (1479 – 1516): rey de Sicilia (1468 – 1516) como regalo de bodas al casarse con Isabel, “La Católica”. Rey de Castilla (1475 – 1504), rey de Navarra (1513 -1515) y unión definitiva del reino de Nápoles en 1504.
En la referida unión dinástica (Petronila y Ramón) los territorios catalanes son parte integrante de Aragón y lo demuestran estos hechos:
1.- El término Aragón se acuña en el 828 y conforma un territorio propio en los valles de Ansó, Hecho y Canfranc. En 1035 se incorpora la Casa de Barcelona y se configura el Reino de Aragón. Y ya, en 1150, se constituye la Corona de Aragón.
2.- La ‘senyera’ posee cuatro barras rojas sobre fondo de oro, que significa ‘la señal real de Aragón’. La lució Alfonso II por primera vez.
3.- ¿Sant Jordi o San Jorge? Según el diario de las Cortes de Aragón celebradas en Calatayud el 23 de abril de 1461, se declara la festividad de este día: “Será un día inviolablemente, perpetua, guardada, observada y celebrada solemnemente en todo el Reino de Aragón”. ¡Faltaba la rosa y el libro!
4.- El escudo fue conformado en 1499 con cuatro emblemas o carteles: árbol de Sobrarbe, la Cruz de Íñigo Ariste, la cruz de Alcoraz y los cuatro palos gules (color rojo vivo) de las barras de Aragón iguales, amén de una corona en la parte superior.
5.- Príncipe de Gerona: El 21 de enero de 1351, Pedro IV crea el ducado de Gerona. Con sus rentas se dotaba a su hijo Juan I como garantía del status y lo situaba por encima de marqueses y condes, imitando a la monarquía inglesa, que creó el principado de Gales (1349) con el título de ‘Delfín’, transmitido a sus herederos.
Se adelantó casi cuarenta años al principado de Asturias (1388).
6.- La acepción o el palabro aragonés, utilizada durante más de trescientos años, sirvió para designar a los naturales del reino de Aragón o a los naturales de cualquiera de los reinos, incluidos los que vivían en el condado de Barcelona o los reinos de Valencia o Mallorca.
7.- ¿Y los nombres reales? Cinco ‘Pedros’, ya que Ramiro II consideró a Petronila como el femenino de Pedro, y cinco ‘Alfonsos’. ¿Han leído algún Ramón, Berenguer, Pere o Jaume?
El nacionalismo comienza a endilgarle a la Corona de Aragón rimbombantes sobrenombres como la Corona Catalano-aragonesa, Confederación Catalano- aragonesa e, incluso, llaman a Ramón Berenguer IV, rey de Aragón, cuando éste murió ostentando el título de conde.
Y como quiera que esta horda anticonstitucional desvirtúa realidades, profana propiedades intelectuales y siembra su ideología separatista en inocentes y tiernas mentes escolares, inoculando su ponzoñoso y tendencioso aguijón con el lema “España nos roba”, bastan estos dos ejemplos ilustrativos para desenmascarar al zurriburri de turno:
El río Ebro ya no nace, para ‘ellos’, en el municipio cántabro de la Hermandad de Campoo de Suso, tradicionalmente en Fontibre (fuentes del Ebro) y, modernamente, en las del río Híjar, a 880 metros de altitud y que recorre diez provincias y/o comunidades: Cantabria, Palencia, Burgos, Álava, La Rioja, Navarra, Zaragoza, Huesca, Lérida y Tarragona… ¡no, ya no!, se trata de “un río catalán, que nace en tierras extrañas”. Para qué complicarse, ¿verdad?
El pico oscense del Aneto, situado en el parque natural Posets-Maladeta, en el término municipal de Benasque (Huesca) y a 3404 metros de altura, posee una cruz de aluminio de cuatro metros de alto que cuenta con la siguiente inscripción: “Protege Señor, a tu pueblo por la señal de la Santa Cruz”. A su lado, podemos deleitarnos con una Virgen del Pilar de 90 kilos, que suma 600 si incluye el pedestal y que necesitó de 400 voluntarios para su implantación. Pues bien, toda la cruz, incluido el epigrama, apareció pintada de amarillo. ¡Esa es la cultura y los valores que pretenden transmitir a las generaciones venideras estos individuos!
Aplaudamos, apoyemos y respaldemos a esos miles de catalanes demócratas, tanto social como políticamente, que sufren a diario estos desafueros que atentan directamente a sus familias, comercios, negocios, empresas y trabajos.
Hasta el cantautor Joaquín Sabina se rebela: “Estoy radicalmente en contra de que alguien quiera hacer una patria más pequeñita, teniendo una tan grande”, pero
Carlos López Puccio, miembro del grupo musical-humorístico argentino “Les Luthiers”, días antes de recoger el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, lo sentenció: “Lamento el separatismo en todos los sentidos. Encubre una forma de xenofobia, una forma del tú aquí no, tú eres distinto y tú no vienes con nosotros”.
Juan de León Aznar… ¡con el Corpus, San Juan y el verano’2023 a la vista!
