Sabido es que la Edad Media, Medievo o Medioevo es un periodo de casi un milenio de historia, que abarca desde la caída del Imperio romano de Occidente en el 476 d.C. hasta la caída del Imperio romano de Oriente o toma de Constantinopla por los turcos u otomanos en el 1453 d.C. Otros historiadores la terminan con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492, más concretamente al Caribe, ya que no pisó el continente hasta su tercer viaje.
El gran médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del psicoanálisis, Sigmund Freud escribió: “Estamos progresando. En la Edad Media me habrían quemado y ahora se conforman con quemar mis libros”.
En la Península Ibérica se le debe a esta etapa un sinfín de aportaciones culturales, que comienzan con el desarrollo del castellano, que hablamos 600 millones de personas, y una gran cantidad de expresiones populares, que usamos a diario. Todas provienen del latín y, aunque son innumerables, ahí van ocho de ellas, de sobra conocidas:
“Meterse en camisa de once varas”: tenía que ver con la adopción de un hijo. El ‘padre’ metía al adoptado por la manga de una camisa holgada y la sacaba por el cuello, dándole un ‘besazo’ en la frente. A veces, no se llevaba a cabo. La vara era una antigua medida castellana (84 cm). Hoy, hacer cosas casi imposibles de lograr.
“Estar en Babia”: hace alusión a esta frondosa región leonesa con abundancia de caza salvaje. Cierto rey siempre estaba cazando desatendiendo su gobierno y se atendían a las visitas con esa frase. Hoy, alguien que no está en lo que debiera.
“A buenas horas mangas verdes”: la Santa Hermandad era una especie de policía creada por los Reyes Católicos, cuyo uniforme constaba de capa, jubón y una camisa con mangas verdes. Casi siempre tardaban lo indecible en llegar al lugar de los hechos. Hoy, llegar tarde y no resultar necesario.
“No hay moros en la costa”: las torres vigías de nuestras costas mediterráneas avisaban de la presencia de piratas berberiscos, que asolaban el levante español. Hoy, camino libre, sin obstáculos o no nos están ni viendo ni oyendo.
“Como Pedro por su casa”: el dicho originario es “Entróse como Pedro por Huesca” y se refiere a la victoria de Pedro I de Aragón en Huesca contra las tropas musulmanas en Alcoraz (1094), que habían matado al rey Sancho Ramírez (Sancho I de Aragón o V de Pamplona). Hoy, de una connotación positiva por mucha seguridad y desenvoltura, se ha pasado a algo peyorativo como el exceso de confianza o mala educación.
“Ir de punta en blanco”: antes de la batalla, el caballero se preocupaba por su equipo (armadura, armas blancas afiladas, como espadas o dagas. Hoy, vestir elegantemente.
“Velar armas”: en la caballería, el caballero novel, aspirante, doncel o escudero pasaba una noche rezando y velando (velas) las armas. Hoy, encerrarse y concentrarse para un acto.
“Aquí hay gato encerrado”: su origen data del Siglo de Oro español (1500) (?), cuando el dinero y los objetos de valor se guardaban en monederos o bolsitos confeccionados con piel de gato y que se ocultaban entre el ropaje. En los siglos XVI y XVII se les llamaba ‘gato’ a la bolsa o el talego. Cuando los malhechores acechaban viviendas o personas en busca de ‘gatos’ comunicaban esta consigna para indicar que había dinero guardado entre la ropa o escondido en la casa. Hoy, se aplica a situaciones que despiertan desconfianza o inquietud y nos previenen de un posible engaño.
Otras locuciones escuchadas son: “Santiago y cierra España”, “Zamora no se ganó en una hora”, “Pasar una noche toledana”, “¡Qué buen vasallo si tuviera buen señor!”, “¡Jueces tiene Castilla”, “No se ganó Toledo en un credo” …
1.- La vajilla y la cubertería eran de estaño y al ser un material oxidable producía envenenamientos y narcolepsias (ataques de sueño).
2.-La peste negra acabó con el 33 % de la población mundial en el siglo XIV.
3.-La familia se bañaba en la misma tina. La higiene brillaba por su ausencia. Primero entraba el padre y los hijos mayores; y después, las mujeres. Esta operación se llevaba a cabo una vez al año.
4.- Los médicos desaconsejaban el agua caliente porque era la causante de enfermedades e infecciones, ya que abrían los poros en demasía. ¿Consecuencias?: miedo al baño y mal olor corporal.
5.- Se bañaban generalmente en mayo, puesto que las bodas se celebraban en junio.
6.- El adulterio era considerado un crimen, sometiendo al individuo en cuestión a castigos atroces.
7.- Los dentistas no existían y sí los sacamuelas, que iban de pueblo en pueblo sacando piezas que calmasen el dolor. Se tocaba el tambor para ahogar los gritos.
8.- Los fallecidos se colocaban sobre la mesa de la cocina y continuaban haciendo su vida normal hasta pasados dos o tres días. Se colocaban velas a su alrededor y de ahí la expresión… “velar a los muertos”.
9.- Los apestados y herejes vestían de amarillo, amén de que las ciudades asoladas por la epidemia (peste bubónica) debían mostrar una bandera gualda. Cuando los barcos o los reinos izaban una bandera amarilla era señal de peste o enfermedades y así las personas no se acercaban.
Otra ‘curiosidad curiosa’ como a mí me gusta llamarlas es la referida a…
Algunos nombres propios del AL-ÁNDALUS
ALBACETE: Al-Basit.
ALBAICÍN (Granada): Al-Bayysín.
ALCANTARILLA (Murcia): Al-Qántara Asqaba
ALCAZARSEGUIR (Marruecos): Qasr Masmuda.
ALHAMBRA: Al-Qasbá al-Hamra. Alcazaba o fortaleza roja. Pequeña construcción erigida en el extremo de la colina Sabica (“Colina Roja”) en Granada. Llamada así por el color rojo que domina la tierra de la elevación.
Con el tiempo, (al-Alhamar, fundador de la dinastía nazarí, empieza su construcción en 1238), se convertirá en un complejo conocido como Alhambra y será admirada por todo el mundo. Su máximo esplendor se consiguió con los sultanatos de Yusuf I (1333-1354) y el segundo reinado de Muhammad V (1362- 1391).
AZNALFARACHE (Sevilla): Hins al-Faray. “Castillo de la Alegría”.
BIBARRAMBLA: Bab ar-Ramla. Puerta del Arenal. Plaza de Granada.
ESTRECHO DE GIBRALTAR: Bahr az-Zaqqaq o Bab az-Zaqqaq (“Puerta Estrecha”).
CASTILLEJO DE MONTEAGUDO: Qasr ibn Saad. Palacio fortificado al norte de Murcia.
ELVIRA: Medína Ilbira. Antigua ciudad cercana a Granada.
GUADALMEDINA (río de Málaga): Wadi-l-Mádina
GIBRALTAR: Yabal Tarik (“La montaña de Tarik”) o Yabal al-Fath (“La montaña de la Victoria”), bautizada por el califa al-Mumín.
MAR CANTÁBRICO: Bar al-Anklisin.
PEÑÍSCOLA (Castellón): Banískula (castillo costero).
PIRINEOS: Yabal al Burtat.
RABAT (capital de Marruecos): Ribat al-Fath.
SAGUNTO (Valencia): Murbíter. Para los cristianos, Murviedro.
SIERRA DESPUÑA: Entre Lorca y Murcia. Con el tiempo, “Sierra de Espuña”.
SIERRA NEVADA (Granada): Yabal Shulayr.
TERUEL: Tirwal.
VÉLEZ: Bálish. Camino de Baza a Lorca.
Y como va de árabes, ahí les dejo cinco de sus sabios proverbios:
“Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo dicen dos veces, mírate en un espejo”.
“Quien no comprende una mirada, tampoco comprende una larga explicación”.
“El hombre no puede saltar fuera de su sombra”.
“Sé amigo de ti mismo y lo serás de los demás”.
“Podrás olvidar con quien reíste, pero jamás olvidarás con quien lloraste”.
P.D.: Trece años ha tardado la Real Academia de la Lengua en autorizarnos a utilizar de nuevo la acentuación de nuestros patrios pronombres demostrativos éste, ése y aquél y sus formas, además de sólo, cuando pueda ser sustituido por solamente.
Juan de León Aznar… ¡a cuatro días del Patrón de La Herradura’2023!
