Seguimos rindiendo un pequeño homenaje a la mujer, pero ahora en una actividad, la de cofrade, no muy sabida o difundida, pero en la que resulta imprescindible, como en cualquier faceta de sus vidas. Cada día cala más hondo, sobre todo entre las jóvenes, por una cuestión elemental de devoción y fe. No fachendean, ¡se entregan!
Se celebra todos los 8 de marzo el “Día de la mujer trabajadora”. El de la mujer contemporánea o el de la mujer a secas, sinónimo de denuedo, tesón y pundonor. ¿Existió alguna vez una mujer sin trabajo? Todas ellas son protagonistas en dispares o variopintos oficios, profesiones, culturas, perfiles e ideologías.

“Mujeres de actualidad, mujeres actuales y actualidad diversa dentro de la diversidad de las mujeres”. Sus historias y sus trabajos aparecen en sucesión, sin conformar orientación o tesis alguna y sin obedecer a un previo o determinado punto de vista.
En todo caso, ¡mujeres a la vista!, simplemente. Para seguir aprendiendo a verlas y a vernos.
La doctora en Derecho por la Universidad de Málaga Paloma Saborido Sánchez lo deja bien claro: “Hoy aquí sólo sobra quien dice que alguna mujer sobra, porque hoy jamás estarás por tu sexo vetada”.
Desde hace años se viene produciendo la incorporación de la mujer a las Cofradías de forma masiva, activa, auténtica y sistemática, colaborando en todas las tareas o menesteres; e incluso, ocupando cargos en las Juntas de Gobierno. Se ha notado su celo, interés y dedicación en todo aquello que requiere su participación y su toque de femineidad, aunque es de justicia reconocer que no siempre fueron bien acogidas, comprendidas o valoradas.
No podemos ni debemos ignorar u obviar su valentía, fortaleza, capacidad de resignación y sufrimiento; y sobre todo, su entereza. Fueron las últimas que estuvieron junto a la Santísima Virgen y Juan de Zebedeo en el Calvario, al pie de la Cruz. A una mujer, María Magdalena, se le apareció por vez primera Jesús Resucitado y fue María quien elevó y dignificó el papel de la mujer con su sí incondicional, concibiendo, dando a luz a Jesucristo ‘Redentor de la Humanidad’ y sirviendo de modelo para la Iglesia.
Veamos lo que dijo su Santidad Juan Pablo II sobre la mujer:
“… nunca se insistirá bastante en el hecho de que es preciso valorar a la mujer en todos los ámbitos de la vida. Con todo, hay que reconocer que, entre todos los dones y las tareas que les son propias, destaca de manera especial su vocación a la maternidad.
Con ella, la mujer asume casi un papel de fundación con respecto a la sociedad. Es un papel que comparte con su esposo, pero es indiscutible que la naturaleza le ha atribuido a ella la parte mayor…
De la vocación materna brota la singular relación de la mujer con la vida humana. Abriéndose a la maternidad, ella siente surgir y crecer la vida en su seno. Es privilegio de las madres hacer esta experiencia inefable, pero todas las mujeres, de alguna manera, tienen intuición de ella dado que están predispuestas a ese don admirable…”.
A vosotras, mujeres cofrades y camareras, quiero, desde estas modestas líneas, reconocer públicamente vuestra magnífica labor, constancia, perseverancia y abnegación, agradecer vuestro apoyo y comprensión a los cofrades que tanto tiempo dedican a nuestra Semana Santa en detrimento de la convivencia familiar y rogar que continuéis, que no desfallezcáis ni bajéis el listón en la ardua tarea emprendida.
Os pido de corazón que tratéis en todo momento de buscar la unidad del grupo; que practiquéis el perdón auténtico; que despuntéis en vuestros oficios o profesiones; que huyáis de protagonismos; que aparezcáis como las más gozosas y alegres hermanas de María; que atendáis a vuestras familias; que cuidéis esos nidos de amor creados por vosotras; que engendréis, concibáis, crieis y eduquéis a esas bendiciones celestiales que son los hijos; que cimentéis pilares marianos; que sigáis mimando a nuestros sagrados Titulares con vuestras donaciones en forma de cariño, trabajo y flores; y que seáis sirvientas de la fe y primorosas del hogar para enseñar con ternura a los más pequeños. ¡Sólo vosotras sois capaces de lograrlo!
Como humilde y sencillo homenaje, de sobras merecido, y para contestar a quiénes son esas mujeres especialistas del quehacer diario y rutinario, basta separar los sustantivos resaltados en el escrito en ‘negrita’ y el sumatorio de todos ellos conformará la respuesta.
D. Gregorio Marañón, sabiamente, se avino a resumir lo expuesto, escribiendo: “El amor del hombre es cosa distinta de su vida, mientras que el de la mujer es su vida entera”. ¡Nada que objetar!
P.D.: Deléitense con la magnífica viñeta de nuestro arquitecto almuñequero Francisco
Javier Ruiz Bustos.
Juan de León Aznar… incienso, flores, tronos… Semana Santa ’2023
