Almuñécar se prepara para la temporada alta del verano con la ilusión y el esfuerzo característicos de su tejido comercial. Remedios Rico, presidenta de la Asociación de Comerciantes, transmite un mensaje de esperanza cautelosa de cara a los próximos meses, tras una primavera que ha servido de termómetro para medir el pulso de la actividad económica local
“Siempre esperamos el verano con muchísima ilusión”, afirma Rico. Y no es para menos: la época estival es uno de los momentos más fuertes del año para el comercio en la ciudad. El turismo, que ha consolidado a Almuñécar como un destino preferente en la Costa Tropical, promete cifras altas de visitantes y una tasa de ocupación hotelera elevada, según los datos que manejan desde la asociación.
La hostelería, uno de los pilares del comercio local, ya ha comenzado a mostrar señales positivas desde Semana Santa, considerada por los profesionales como un buen predictor del comportamiento veraniego. “La Semana Santa este año ha sido bastante buena”, explica Rico, lo que ha reforzado las expectativas favorables para este verano.
No obstante, también hay cautela. El año pasado marcó un punto de inflexión tras varios ejercicios de crecimiento impulsado por el turismo nacional post-COVID. “Notamos una leve recesión, porque creemos que el turista empezó a salir fuera”, señala la representante del comercio. Este cambio de tendencia ha dejado una sensación agridulce, entre los datos alentadores y la incertidumbre real del día a día.
“El comercio es muy difícil —reconoce Rico— porque podemos tener un día muy bueno y al siguiente uno muy malo. Tenemos unos dientes de sierra muy fuertes”. A pesar de que las previsiones generales apuntan alto, en el pequeño comercio la variabilidad es constante y las cifras generales no siempre se traducen en ventas.
Lo que sí es una certeza es la apuesta que Almuñécar hace por atraer y mantener al visitante: una programación cultural rica, una oferta gastronómica consolidada y eventos durante todo el verano que enriquecen la experiencia turística. “Ponemos toda la carne en el asador a nivel comercial”, subraya Rico.
Más allá de la afluencia de turistas, desde la Asociación de Comerciantes se destaca la importancia del poder adquisitivo de los visitantes y su disposición al consumo como factores clave. “No solo queremos que haya turistas y que haya buen clima… también esperamos que el poder adquisitivo de esos turistas sea acorde a lo que ofrecemos y a las oportunidades que necesitan nuestros vecinos y comerciantes”.
En definitiva, el comercio sexitano encara el verano 2025 preparado, pero también con los pies en la tierra. Confiando en que la ocupación, el clima y las propuestas locales se traduzcan en una buena campaña, comerciantes y hosteleros se mantienen atentos al día a día, donde cada jornada cuenta.
