Su personal cuida hasta el más mínimo detalle: desde los platos bien presentados e instagrameables hasta la decoración del local realizada con mucho gusto
Hay ocasiones en las que estas líneas nos salen solas y suele ocurrir cuando hemos visitado un lugar en numerosas ocasiones y seguimos queriendo volver. Es el caso de El Café de Inés, lo que para nosotros ha supuesto, sin lugar a dudas, una revolución a la hora de las meriendas y desayunos en Almuñécar. Incluso nos atrevemos a decir que en la Costa Tropical. No solo ha renovado la oferta hostelera y cafetera, sino que ha dado vida a una de las plazas más emblemáticas del municipio sexitano: la Plaza de los Magnolios.

Abrió sus puertas en plena pandemia, pero la valentía de su equipo unido a la exquisitez de sus productos ha hecho que su fama llegue hasta el último rincón de nuestra provincia. Ofrecen una carta variada que, hasta hace pocos años, solo se veía en muy pocos lugares. Ensaladas, sandwiches, bagels, tostadas (ojo si eres de productos Bio y ecológicos, puedes elegir los ingredientes a tu gusto), crepes, batidos y una gran variedad de tartas, entre otros. Destacar sus opciones veganas y productos para celíacos.
En todas nuestras visitas hemos quedado encantados con lo que hemos probado. Prueba de ello son las fotografías con las que acompañamos este texto: exquisito café, tostadas con aguacate de la zona, tarta de zanahoria, crepes con chocolate blanco o negro y el bagel de salmón con crema de aguacate, pepino, rúcula y crema de queso. Y para hacer mejor la digestión, nos encanta disfrutar de su ginebra premium Le Tribute acompañada de la tónica de la misma marca.

Si decides repetir tu visita y te gusta probar cosas nuevas, este es tu sitio. Están en constante evolución en todos los sentidos, renovándose por dentro, ampliando su oferta como es el caso de la reciente incorporación de cereales y leche de colores, pero también por fuera, ya que hace poco su terraza fue modificada y mejorada con toldos automáticos. Además, son maestros en celebrar eventos especiales: el pasado mes de julio, con motivo de su primer aniversario, se vivió una auténtica fiesta en la plaza con actuaciones en directo, cortadores de jamón y queso, cava, pinchos de fruta y distintos sorteos entre sus clientes, como un jamón, una cafetera o un viaje valorado en 500 euros.

Su personal cuida hasta el más mínimo detalle: desde los platos bien presentados y fotografiables hasta la decoración del local, diseñada con mucho gusto. Pero aun hay más: ¡en el baño de mujeres tienen una cesta con compresas por si te encuentras en un apuro! No obstante, si hay algo por lo que cogerás cariño a este sitio es por el trato de su personal. Tras el delantal respiran carisma auténticos profesionales que se preocupan por dar el servicio más completo posible.

Si eres de los que aprecia disfrutar de una carta variada y magnífica así como de un rato agradable en un ambiente distendido en la mejor compañía, no lo dudes: déjate mimar en El Café de Inés. Te recomendamos que eches un vistazo a sus redes sociales para ir haciendo hambre.
