Aquí todo es casero: desde la bollería hasta el pan de las tostadas, traído desde Alfacar y realizado con masa madre y con una fermentación de 72 horas
Hoy nos apetecía cambiar de tercio, ¡no todo van a ser cervezas! Seguro que conoces algunas de las Cafeterías Artesanos de Granada que puedes encontrar en diversos puntos de nuestra provincia. Pues bien, en concreto en estas líneas nos referiremos a la que se encuentra en Motril, en la céntrica Plaza de las Palmeras, uno de nuestros rincones favoritos por su ambiente y por ser punto de reunión.

Pastelería artesana desde 1927, nace de la unión en su obrador de productos tradicionales de nuestra tierra y las últimas tendencias en sabores. Un local acogedor, limpio y ordenado donde la comodidad y la tranquilidad encuentran su máximo exponente. Y esto se une a lo más importante: gran surtido en pastelería, excelentes cafés y tostadas de primera calidad.

Aquí todo es casero: desde la bollería hasta el pan de las tostadas, traído desde Alfacar y realizado con masa madre y con una fermentación de 72 horas. Esto pone de manifiesto en cada bocado que no se trata de un pan cualquiera, no solo por su sabor y textura, sino también por su mejor digestibilidad. Pero eso no es todo: también elaboran sus propias mermeladas, como la que decidimos probar por recomendación del personal y que fue una grata sorpresa que nos dejó sin palabras.

Para beber, optamos por un zumo de naranja natural y un café capuccino con crema de leche. Y para coger fuerzas a primera hora de la mañana, lo acompañamos de una tostada de salmón con crema de queso y un exquisito croissant con mermelada de vainilla y calabaza. Sentimos repetirnos, pero tenemos que recordarte que todo es casero, incluida la mermelada. Nunca antes habíamos probado alguna parecida (aunque una imagen vale más que mil palabras, ojalá pudiéramos acercaros algo de su sabor). Otras veces también hemos probado el capuccino con nata y la tostada de jamón serrano y queso. No hay nada que no nos haya gustado.

Y no nos podemos ir sin destacar el trato dado por todas y cada una de las personas que hacen de esta cafetería un lugar único. Mención especial a Casandra, que además de atendernos siempre con una sonrisa que, en tiempos covid, se intuía bajo su mascarilla, tomó su tiempo en hacernos acertadas recomendaciones y en explicarnos lo extraordinario de sus productos.
Sin duda, este local ha sabido ofrecer un producto de calidad para diferenciarse de otras cafeterías, así que, el que avisa no es traidor: si decides pasarte por aquí, desayunar o merendar se va a convertir en tu momento favorito del día.
