Todo sea por una sonrisa, porque se venden demasiado caras y cuestan muy poco. Algo de voluntad y no pensar tanto en nosotros no sería mala fórmula
Comenté en el artículo anterior que, en nuestro día a día y según qué circunstancias, se producen situaciones curiosas no programadas, pero que, hogareñas ellas, se han instalado en nuestro cotidiano y rutinario quehacer.
Y como suceden a nuestro alrededor, se diseminan por este cosmos que poblamos. “Hay otros mundos, pero están en este”, escribía Paul Éluard, así es que en él nos seguiremos centrando.
Y como “para muestra vale un botón” según el dicho, escojo otra ristra de ellas que me llaman la atención sobremanera.
1.- Empiezo por esos ANUNCIOS televisivos que causan furor. ¿Dónde están los movimientos feministas? ¡Esas cruzadas en pro de la paridad y la igualdad! ¿Por qué permanecen impertérritas esas preclaras asociaciones ante esos ‘coloniales’ y degradantes anuncios televisivos, que las hacen parecer ‘ergastuladas’, prisioneras encadenadas al ‘rastro varonil’ como animales en celo? El caso contrario también se da, pero por aquello de la femineidad…
¡Qué papelón el de esas señoritas que, ataviadas con paraguas, ‘protegen’ de los rayos UVA a los pilotos y sus motos antes de la orden de salida con el sano propósito de preservarlos de un prematuro envejecimiento! A todo esto, él en su sillín; y ella, de pie.
¿Y los tratamientos anticelulíticos? ¿De verdad que necesitan ungüentos esas modelos esculturales, esplendorosas o curvilíneas que nos muestran? Si, al menos, probaran conmigo y pasado el tiempo llegara a mejorar, quizás tendrían más adeptos, amén de repercusión. ¡Sería más convincente y a mí me vendría bien!
2.- Agua… No me voy a extender en algo tan palmario. Solo quiero recordar que miremos por este preciado y cada vez más escaso ‘líquido elemento’.
Contemplar cómo corre el agua, indiscriminadamente, por un plato de ducha, fregadero, bañera o lavabo… ¡es una atrocidad y una aberración! Una gota, que mana de un grifo en mal estado, supone treinta o cuarenta litros diarios de pérdida.
Un excremento líquido (‘pis’) no puede ser evacuado con una carga de cisterna equivalente a otros treinta litros. ¡Un ‘tironcillo’, señoras y señores, un ‘tironcillo’ de la cadena! Dos ‘enjuagados’, antes y después del ‘enjabonado’, son más que suficientes y así contentaremos a los dermatólogos que aconsejan no ‘gastar’ la epidermis en demasía.
Ya conocen aquello de: “A la piel, nada que huela”. Un cepillado de diente, con un vaso de agua… ¡y así sucesivamente!
Ojalá no nos veamos como esos miembros de tribus africanas que arañan, escarban, ‘escardan’ o excavan con los dedos de sus manos, metros y metros de tierra durante horas, para conseguir medio vaso de agua mezclada con barro que, indefectiblemente, les acarrearán enfermedades e infecciones irreversibles.
3.- Alimentación… ¿Por qué desayunan tan poco y tan mal nuestros hijos? ¿Por qué están ascendiendo, alarmantemente, los niveles de colesterol entre la población infantil? ¿Por qué cada vez hay más escolares obesos? Salir de colegios o IES y refugiarse en las ‘chuches’ es un hábito usual. Ingerir una ‘palmera’ o una ‘cuña’, ¿es preparar o lubrificar un delicado estómago convenientemente de cara a un buen y sano almuerzo? Nuestros jóvenes abusan de los sucedáneos del cacao y del chocolate, de las grasas animales y las cremas pasteleras, amén de las pizzas, hamburguesas… ‘Atacar’ una clase de Educación Física con un vaso de leche o en ayunas no es de recibo.
Intentemos aportar soluciones entre todos fomentando el gusto por la dieta mediterránea: cereales, frutas, verduras… ¡Casi nada!
4.- Telenovelas… Sinceramente prefiero la lectura de un buen libro, la escucha de relajantes piezas musicales según gustos, ver un buen documental o, simplemente, entregarme a una siesta burguesa tan española ella. Causaron furor en su día series como ‘TOPACIO’, ‘ESMERALDA’, ‘CRISTAL’, ‘AMOR REAL’, ‘LA USURPADORA’, ‘LOS RICOS TAMBIÉN LLORAN’, ‘AMARTE ASÍ”, ‘FRIJOLITO’, ‘PASIÓN DE GAVILANES’ o similares, pero recolectar compilaciones de trescientos, quinientos o mil capítulos, por poner algo, lo considero excesivo.
Dos consecuencias básicas son los destrozos al castellano con expresiones como ‘qué bien luces hoy’ o ‘qué bueno que llegaste’ (¡absurdo!) y la constelación o pléyade de novedosos nombres que, creo sinceramente, de esas series derivan.
He leído, escuchado o anotado con curioso interés… Elvira Beatriz, Tirsa Eliana, Yaisa Marina, Nahir Soledad, Fabiola Estefanía, Ainara Leopoldina, Byron Patricio, Vanesa Linda, Casto Leopoldo, Euridice Lucía, Christian Tobías, Marilyn Mariel, Jennifer Karina, Corina Nadia, Valeriana Guadalupe, Aitán Alexis, Jonnathan Fernando, Miriam Remedios, Adrián Ezequiel, Adriana Yael, Aldana Fair, Alejandro Daniel, Andrea Paula, Brahin Manuel, Catherine Amanda, Daiana Soledad, Eduardo Nahuel, Florencia Agustina, Franco Nicolás, Guido Alexánder, Jennifer Karina, Julieta Giannina, Lara Soledad, Macarena Eva, Marcos Reza, Martín Hernán, Marylin Mariel, Melisa Janet, Nadya Giselle, Nahuel Agustín, Norman Sebastián, Oliver Javier, Omar Ezequiel, Orlando Ernesto, Óscar Luciano, Robinson David, Tamara Elisabet, Thomas Borja o Sara Mónica, Ahisahar, Esther Patricia, Félix Daniel, Olesia, Paola Trinidad o Sergio Isaac. Como la mayoría son nombres compuestos, yo celebraría los dos santos y así tendría un par de regalitos.
¡Qué lejos quedan los Juanito, Lolita, Pedrito, Rosita, Luisito, Paquita, Pepito, Anita…! La actualidad manda y hay que renovarse… o morir en el empeño.
Henri Barbusse me lo deja bastante claro:” Los hombres se parecen más que en nada, en su odiosa pretensión de ser diferentes cada uno de los otros”. Naturalmente, se trata de una subjetiva opinión sobre una curiosidad curiosa y que pretende respetar en todo instante el gusto de los demás.
Echo de menos aquellas atractivas series como: “RAÍCES”, “HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE”, “HOLOCAUSTO”,”DE NORTE A SUR”, “YO, CLAUDIO” …
5- “Dame un beso, sí, sí, sí, dame un beso…”. Eso al menos dice la canción; pero ¡ay los BESOS! Fíjense a partir de ahora en las caras y gestos que se componen cuando, con asiduidad, las féminas besan en ambas mejillas a cualquier mortal, ‘mortala’, ‘mortale’.
Eso sí, con auténtico o fingido godeo (placer). Quizás, por no deteriorar los afeites, cremas, maquillajes o peinados afloran a nuestros ojos bocas torcidas, labios distorsionados, sonrisas quebradas, muecas inverosímiles o escorzos de cuello, que provocan hilaridad. Salutaciones, compromiso, recibimientos, presentaciones, despedidas… ¡todo cabe! Pero, de verdad, pónganse por detrás y no pierdan ripio de los ósculos. Si se pudiera realizar un reportaje fotográfico, este no tendría competencia a la hora de ser premiado, ya que la falta de naturalidad y la variedad de poses son evidentes.
6.- Tantas ‘tapitas del bar’ (escapadas sociales) nos conducen a la ‘FRITANGA’. Se trata de un término muy coloquial, que pretende definir los efluvios emanados por esas furibundas freidoras, que precisan del verbo orear y que ‘arponean o aguijonean’ con saña cabellos, piel y tejidos. Si de noche, en la almohada, los combinamos con el Chanel nº 4 de la ‘santa’ de turno o con la colonia de baño de uno… ¡la mezcla promete ser explosiva!
7.- El vocablo GUARDAR equivale o se equipara al socorrido ‘por si’. Se acumulan objetos o se ‘esconden’ cosas en cajones, armarios, detrás de las puertas, en los altillos, en los trasteros… ¡‘por si’ hacen falta! Nos damos cuenta del ‘sistema’ cuando decidimos hacer limpieza general, nos obliga una mudanza o iniciamos una reforma, que siempre será más económica que adquirir una nueva propiedad con la consabida hipoteca de turno. Lo peor de todo es que, después de un tiempo, echamos de menos algunos de los enseres que fueron catapultados de los hogareños habitáculos.
Este ‘por si’ también se hace extensivo a los viajes. Hay que atender a los ‘imponderables’ que puedan presentarse: frío, calor, lluvia, invitaciones inesperadas, ferias… Y claro, necesitamos más ropa de la cuenta, más zapatos… ¡más de todo! El final es archiconocido, nos ponemos los desenfadados vaqueros de turno, un par de holgadas camisas o camisetas (‘de lava y pon’) y dos pares de cómodos zapatos. El resto, descansa o yace en el fondo de la maleta o del armario.
Los coches, ¡a tope!, en clara competencia con los de esos árabes que recorren media Europa en busca del ansiado paso del Estrecho para pasar su Pascua del Cordero. No se lo pierdan… ¡el próximo viaje, más de lo mismo! ¡Cosas que pasan!
8.- Ha llovido mucho desde un tiempo a esta parte y, obviamente, ¡suceden hechos! Recapitulemos: ha aparecido una prima de riesgo, familiar desconocido; el ‘euribor’ y la inflación han subido hasta asfixiar; el barril de petróleo ha alcanzado cotas insospechadas (¿llegará el día en el que los árabes suplan el café y los bollos del desayuno por carburante y crudo sólido?); la cesta de la compra ha escalado un nivel difícil de mejorar; la construcción se ha disparado, pero en dirección contraria; las hipotecas han logrado que no se llegue al veinte de cada mes; las velas y el carbón habrán reemplazado a la electricidad en breve; ha llegado el paro a niveles prohibitivos; se ha elevado (?) bastante el bagaje cultural; no nos han suprimido el impuesto de sucesiones; estoy gobernado por un ‘frankenstein’, y ahora, nos hemos contagiado con el dichoso ‘coronavirus’, que nos ha dejado sin fiestas.
Hay que ver lo que dan de sí esas formas no personales del verbo llamadas… ¡participios!
Todo sea por una sonrisa, porque se venden demasiado caras y cuestan muy poco. Algo de voluntad y no pensar tanto en nosotros no sería mala fórmula.
Siempre que puedo trato de buscar en este mundo tan ‘encorsetado’ una sonrisa, siguiendo el consejo de Orison Sweet Marde en esta cita: “La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de mover lo inconmovible”. Así es que “lo que hago hoy es importante, porque estoy cambiando un día de mi vida por ello”, como apostilló Hugh Mulligan.
Juan de León Aznar – octubre’21
