El concejal de Parques y Jardines, Carlos Ferrón, gestiona el traslado de los ejemplares a una nueva ubicación, dando prioridad a los catorce más emblemáticos
La intervención del área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Almuñécar ha conseguido salvar de la tala a una veintena de olivos centenarios que se encontraban en el solar de una nueva promoción urbanística, cerca de la bajada de Playa de Cabría, detrás del Hotel Playa Cálida.
El concejal responsable del área, Carlos Ferrón, ha sido el artífice de la gestión, actuando de inmediato tras recibir la notificación del inminente inicio de las obras y el movimiento de tierras asociado. Al ser una zona que históricamente albergaba estos árboles de gran valor paisajístico y ecológico, Ferrón se puso en contacto con la promotora constructora.
Según ha explicado el propio concejal, la promotora le confirmó que los árboles «iban a ser eliminados» debido al rebaje y movimiento de tierra que se iba a realizar en el solar. Ante esta situación, el Ayuntamiento solicitó la cesión de los olivos, una petición que fue aceptada sin problemas por la empresa.
«Sabiendo que esa era una zona de olivos centenarios, me puse en contacto con la promotora constructora y me indicaron que todos los árboles iban a ser eliminados. Se los solicité y me dijeron que podía llevármelos sin problema,» detalló Ferrón. Esta semana se ha iniciado el traslado y los dos primeros olivos ya han sido reubicados y plantados, contando ahora con una nueva vida y un sistema de riego para asegurar su supervivencia.
Se estima que la operación de rescate y trasplante afectará a una veintena de árboles en total, siendo los más importantes unos catorce o quince que son considerados los más «emblemáticos». La cercanía de la nueva ubicación ha sido clave para la viabilidad del proyecto, ya que «abarata mucho el coste del trasplante, puesto que estamos hablando de que son de la misma zona», apuntó el concejal.
El objetivo final es que estos olivos no solo se salven, sino que enriquezcan su nuevo entorno, creando una «zona de sombra» que, según Ferrón, «mejorará la vista del parque y el entorno» donde han sido finalmente reubicados. La acción municipal ha evitado que árboles con un siglo de historia fueran destruidos, garantizando la preservación de parte del patrimonio vegetal de Almuñécar.
